empresa de arqutectura en Barcelona

Resiliencia, capacidad para adaptarse a situaciones adversas, de una manera positiva. En el mundo de la arquitectura, la resiliencia urbana es la habilidad de cualquier sistema urbano de poder mantener, tras ciertas catástrofes, una continuidad y, además, adaptarse y transformarse. Esta palabra, desde hace ya unos años, está en boca de todos y, por este motivo, queremos hablarte de este término en nuestro nuevo artículo.

Ante estos dos significados, ser resiliente no únicamente se refiere a resistir un cambio, sino también, a adaptarse a un nuevo escenario, transformándose y equilibrándose. Por lo que, cuando hablamos de una ciudad resiliente, nos referimos a aquella que se ha adaptado a una catástrofe, tanto natural como humana. Un papel fundamental contra el cambio climático, tal y como se determina en el Acuerdo de París, llevado a cabo en 2015.

Hace unos años, Barcelona entró en el grupo de más de setenta y siete urbes que fueron elegidas para la elaboración del Desafío de las cien ciudades resilientes. La Ciudad Condal fue la primera en crear de nuevo un departamento de resiliencia urbana, al promover un modelo de resiliencia que tenía y tiene, actualmente, la finalidad de construir una ciudad capaz de afrontar los retos actuales y los futuros.

Objetivos, como reducir vulnerabilidades de la ciudad a través de acciones que minimicen el impacto de las tendencias, o proveer a las ciudades de ciertos mecanismos de detección y evaluación anticipada de amenazas, son aquellos que tienen más peso ante la propuesta de creación de una urbe resiliente.

Pero ¿por qué están en peligro las ciudades? Porque los modelos sociales y ambientales de desarrollo, a la vez que el urbanismo sin coherencia, pueden acrecentar la vulnerabilidad de una ciudad y agravar el riesgo de un desastre. Los efectos del cambio climático, como la subida del nivel del mar, es uno de los factores de riesgo que más amenazan a ciertas ciudades en un futuro no muy lejano.  

La finalidad de lograr una resiliencia es universal, a nivel individual, organizacional y comunal

¿Cómo lograr ciudades resilientes?

Un informe realizado por las Naciones Unidas para la deducción de riesgos desastres, Cómo desarrollar ciudades más resilientes, presenta 10 aspectos que debería cumplir toda ciudad:

  1. Establecer la organización y la coordinación requeridas para, de esta manera, poder comprender y reducir el riesgo de desastre de los gobiernos locales.
  2. Asignar un presupuesto para la reducción de amenaza de desastres; ofrecer incentivos a los propietarios de viviendas, a las familias que cuentan con ingresos bajos, o las comunidades, empresas o entidades públicas para que inviertan en la disminución de los riesgos.
  3. Mantener la información actualizada sobre las amenazas y vulnerabilidades, y conducir evaluaciones de riesgo, como base para los planes y las decisiones relativas al desarrollo urbano.
  4. Invertir y mantener una infraestructura que reduzca el riesgo, como, por ejemplo, la instalación de desguaces para evitar posibles inundaciones.
  5. Evaluar la seguridad de las escuelas y las instalaciones de salud, y mejorarlas si es necesario.
  6. Aplicar y satisfacer los reglamentos de construcción y principios para la planificación del uso del suelo, que sean realistas y que cumplan con los aspectos relativos al riesgo.
  7. Velar por el establecimiento de programas educativos y la capacitación sobre la reducción del riesgo de desastres, ya sea en escuelas, como en las comunidades locales.
  8. Proteger los sistemas y las zonas naturales de amortiguamiento para mitigar las inundaciones, las marejadas ciclónicas y otras amenazas.
  9. Instalar sistemas de alerta temprana y desarrollar las capacidades para la gestión de emergencias en una ciudad. Llevar a cabo simulacros para preparar a los ciudadanos.
  10. Velar por las necesidades de los sobrevivientes, tras un desastre, y apoyar y gestionar el diseño y la aplicación de respuestas, como la reconstrucción de hogares y medios de sustento.

La resiliencia se logra mediante la planificación urbana, el diseño de infraestructura, el empleo de tecnologías innovadoras y la inversión en recursos, para ayudar a preparar a la comunidad en situaciones de emergencia.

Por otro lado, para poder evaluar la sostenibilidad de una ciudad, es importante considerar una variedad de criterios, como:

  • El uso de energía renovable.
  • La reducción de la huella de carbono.
  • El acceso a los recursos naturales.
  • La seguridad alimentaria.
  • El transporte sostenible.
  • Las iniciativas de gestión de aguas.
  • El acceso a la salud y la educación.
  • El bienestar de la población y la participación ciudadana.

Además, es crucial tener en cuenta el impacto económico de la ciudad, para asegurarse de que es capaz de financiar iniciativas sostenibles y proporcionar empleo a la población.

Y es que no cabe duda de que, para muchas ciudades, la resiliencia es un arma muy potente para reinventarse y lograr la supervivencia de mucha gente y la del planeta. Por lo que, como empresa de arquitectura en Barcelona y en Madrid, apostamos por la creación de urbes más saludables y preparadas, a través de una arquitectura resiliente.